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Cuide su cuerpo

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El cuidado de la boca
La boca es la zona de nuestro cuerpo requerida para dos funciones básicas, la ingestión y masticación de los alimentos así como la expresión oral.

Para que estas dos funciones debidamente necesitamos cuidar nuestra dentadura, nuestra cavidad bucal y nuestra lengua:
1. Utilizar un cepillo dental acomodado a su dentadura, cepillándose los dientes después de cada comida, por lo menos, durante 2 minutos.

2. Utilizar hilo dental o/y cepillos interdentales (de apropiado tamaño) tras el lavado y el enjuagado remata la higiene de nuestra dentadura y encías.

3. Utilizar un limpiador lingual en la forma recomendada en el prospecto, nos hará paladear la comida y completara nuestra higiene bucal.

4. En caso de prótesis dentales o puentes, mantenerlos siempre limpios siguiendo las instrucciones del dentista:
a) Mantener las prótesis dentales fuera del alcance de los niños;
b) limpiarlas minuciosamente al menos una vez por día, no solo cepillándolas sino, también, teniéndolas en remojo con productos especializados
c) Una vez limpias, enjuagar las prótesis dentales antes de volver a colocarlas en la boca y desechar la solución de limpieza sin ingerir ninguna porción de ella, finalmente
d) Al cepillarlas, no ejercer fuerza ya que esto puede dañar la resina acrílica con la que están hechas.

5. Y por supuesto, es fundamental visitar periódicamente al dentista.

Más consejos en Cuidado de la boca y de los pies en Vivir con Vitalidad Vol 2 pp 140-168, Madrid: Pirámide.
El cuidado de los pies
Los pies son nuestro soporte y nuestro medio por el que desplazarnos. Curiosamente, hasta un 80% de la población española padece algún trastorno en los pies (callosidades, uñas encarnadas, juanetes, procesos inflamatorios, etc.) debido, en gran parte, a que no los cuidamos suficientemente.

Estos consejos le serán de utilidad:
1. Examine sus pies regularmente: preste atención a los cambios en el color y la temperatura de sus pies, aumento de grosor o cambio de color de sus uñas (puede ser una señal del desarrollo de hongos), grietas o cortes de la piel. El desprendimiento o pelado de la piel en la planta de los pies o entre los dedos podría indicar la existencia de hongos (pie de atleta). Ningún engrosamiento en la piel del pie se considera normal.

2. Lávelos regularmente, especialmente entre los dedos y asegúrese de secarlos totalmente y entre los dedos. Una vez secos, realice un masaje con una crema para pies, ¡se lo agradecerán!

3. Corte las uñas de los dedos de los pies en forma recta, pero no demasiado cortas, especialmente las esquinas; puede conducir a que las uñas se deformen clavándose y produciendo heridas.

4. Utilice zapatos siempre de su talla, adecuándose a la actividad que vaya a realizar (caminar, estar de pié, correr, etc.). Compre los zapatos hacia el final del día, cuando los pies tienden a estar más dilatados. Cambie de zapatos si estos están ya muy desgastados o deformados. Utilice más de un par de zapatos y alterne su uso, no utilice los mismos todos los días.

5. Evite andar descalzo, para reducir el riesgo de lesión y de infección. En la playa o cuando esté expuesto al sol utilice siempre protector solar en sus pies como en el resto de su cuerpo.

6. Evite el autotratamiento: si se puede tratar, no apueste por los remedios caseros para las dolencias del pie.

7. Las personas con diabetes deben visitar al médico regularmente y a un podólogo, por lo menos una vez al año para un chequeo.

Para más información:
Podosclinic
Instituto Nacional de envejecimiento
Cuidado de la boca y de los pies en Vivir con Vitalidad Vol 2 pp 140-168, Madrid: Pirámide.
Caminar sin riesgos
Con la edad aumenta el riesgo de caerse debido, principalmente por condiciones biológicas, como:
- el declive en el equilibrio de nuestro cuerpo
- los déficit sensoriales (principalmente los visuales)
- los efectos de ciertos medicamentos (tranquilizantes, diuréticos, hipotensores, antidepresivos)
- los problemas del sistema osteoarticular (la artritis y artrosis)
- deterioro del sistema nervioso (por ejemplo, la enfermedad de Parkinson)
- e incluso, las condiciones ambientales del hogar (alfombras, “trastos”) o en la comunidad (obras, socavones, zanjas, etc.)

¿Qué podemos hacer para tratar de evitar las caídas? Le proponemos las siguientes opciones:

1) Examine su casa con una visión crítica y trate de eliminar aquellas cosas que podrían ser elementos de riego de caída: mala iluminación, alfombras sueltas, sillas muy bajas o salientes, demasiados muebles, baños inadaptados, suelos resbaladizos…

2) Ejercite el equilibrio a través del ejercicio físico, como Yoga, Pilates, Taichi para prevenir caídas. Recuerde que un déficit del funcionamiento físico propio de una vida sedentaria repercute en el equilibrio, a modo de torpeza o lentitud en la marcha.

3) Preste especial atención a posibles enfermedades, especialmente las neurológicas, musculares, esqueléticas (como la osteoporosis) y, en su consecuencia, la ingestión de algunos medicamentos que pueden producir somnolencia, lentitud de reflejos. En todos esos casos siempre consulte a su médico.

4) Si llega una primera caída: ¡cuidado! Analice por qué ha podido ocurrir, examine qué efectos ha producido y trate de ir al especialista indicado para tratar de remediar la causa que lo ha generado (oculista, neurólogo, gerontólogo, fisioterapeuta, profesor de educación física).

Puede leer más en I. Ruiperez (2002). “Camine sin riesgos en Vivir con Vitalidad. Vol 2. Págs 170-189. Madrid: Pirámide.
Guía para la prevención de caídas los Protocolos de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología.
Mantener un buen sueño
Cuatro de cada diez personas mayores de 60 años se queja de no dormir bien y/o tener problemas de sueño? Este problema tan común se debe a que, con la edad, los patrones de sueño se hacen irregulares, con más despertares nocturnos y posteriores dificultades para conciliarlo de nuevo.

Recomendaciones para dormir y descansar mejor:
1. Hacer ejercicio físico regular durante el día, evitando practicarlo en las horas previas a acostarse
2. Mantener un horario regular para acostarse y levantarse.
3. Evitar dormir durante el día (no prolongue demasiado la siesta).
4. No consumir estimulantes como té o café horas antes de acostarse y procura no fumar.
5. Cenar en forma ligera (evitar las cenas pesadas) y antes de ir a la cama, tomar una tisana relajante.
6. Darse un baño o ducha tibia antes de irse a la cama.
7. Ir a la cama cuando tenga sueño y no para “hacer” el sueño.
8. En los despertares nocturnos, tratar de relajarte… Si no surge efecto, no se obsesiones: es mejor levantarse y realizar una actividad relajada.
9. Crear en el dormitorio un ambiente tranquilo, ventilado, cómodo y utilizar ropa cómoda para dormir.

Todos estos son consejos procuran una buena higiene de sueño.

Si quiere saber más:

(ver “Sueño y descanso” de J. Iñiguez, en Vivir con Vitalidad©, vol V, pp 103-131. Madrid, Ed. Pirámide 2002.
http://www.actosdeamor.com/dormirbien.htm
http://ideasana.fundacioneroski.es/web/es/10/dormir/
http://www.fisterra.com/salud/1infoconse/insomnio.asp
¿Cuida a alguien? Entonces, recuerde: ¡cuídese para cuidar!
Si se ocupa de atender a alguien es fundamental que se cuide a sí mismo… evitará caer en el rol del "cuidador descuidado".

Le recomendamos seguir los consejos de la Dra. María Márquez:
1. Sea consciente de que necesita cuidarse.
2. Atienda los aspectos básicos de su salud: descansar, saber desconectar, alimentarse bien, hacer ejercicio físico, airearse...
3. Pida ayuda: el cuidado no es tarea para uno solo.
4. Busque refuerzos con recursos formales como, por ejemplo, “Ayuda a domicilio”.
5. Acepte pensamientos y emociones dolorosos, conocerlos y buscar espacios para su expresión. Si fuera necesario, pida ayuda especializada.
6. Ponga límites al cuidado.
7. Gestione bien el tiempo: listando las tareas importantes, priorizando las fundamentales pero… ¡saque siempre tiempo para uno mismo!
8. Realice actividades agradables con personas que le aporten experiencias positivas.
9. Mantenga una adecuada comunicación con sus familiares, con reuniones periódicas para compartir la situación de la persona cuidada y poder tomar decisiones conjuntas o pedir ayuda.
10. Planifique el futuro, anticuándose a posibles problemas.

¿Desea ampliar estos consejos? Puede hacerlo en este link.

Cumplir con lo que nos dice el médico
Debemos tener confianza en el médico en quien confiamos hemos depositado nuestra salud y seguir sus indicaciones.

Tenga en cuenta estas cuatro consideraciones:
1) Preste especial atención a las prescripciones de su médico sobre qué debe hacer/tomar: es preferible que nos lo anote o escribirlo nosotros.

2) Acuda tan pronto como sea posible a adquirir lo prescrito.

3) Ya en casa, póngalo en un sitio visible para que se no le olvide. Sería conveniente dejar la receta a la vista, donde se aprecie claramente la dosis y la frecuencia.

4) Anote cuándo se ha ingerido: en la agenda, en el teléfono móvil o através de un familiar que nos lo recuerde.

Por supuesto, en caso de duda es conveniente consulte con el médico. Recuerde: están para eso, ¡para cuidarnos!